El abuso financiero es una forma de abuso difícil y con frecuencia pasada por alto. Las víctimas más comunes de este tipo de abuso son las personas mayores. El abuso financiero puede tomar muchas formas tales como el fraude intencional y las estafas dirigidas a los ancianos. También puede incluir a un cuidador amenazando o lastimando a una persona a menos que le de dinero, o a un cuidador convenciendo a una persona de edad avanzada a entregar sus bienes en contra de su voluntad.
El abuso financiero es difícil de detectar. A diferencia de los accidentes por resbalones y caídas, los malos tratos físicos, y otros problemas, frecuentemente no dejan marcas físicas y no causan lesiones personales evidentes. Los seres queridos y familiares no se dan cuenta de lo que les está sucediendo a menos que se mantenga una estrecha vigilancia sobre las finanzas de su ser querido. Desafortunadamente, muchas familias quieren que un ser querido, de edad avanzada, conserven su independencia y por lo tanto se abstienen de hacer preguntas financieras. Esto puede permitir que un abusador continúe abusando de su víctima. Muchas de las víctimas sienten vergüenza o miedo de que se les quite su independencia, y es por ello que los abusadores usan esto para mantener oculto el abuso.
Hay muchas razones por qué los ancianos suelen ser objetivo de los abusadores financieros. Las personas mayores frecuentemente no tienen un contacto muy cercano con sus familiares. Esto facilita que el abuso no sea detectado. Algunas personas de edad avanzada sufren de demencia no diagnosticada u otras enfermedades que los convierten fácilmente en posibles víctimas. Incluso cuando una persona mayor no está enferma, el abusador frecuentemente culpa la edad de la víctima o sus enfermedades (“ya se le olvidó que usted me dio su vehículo como regalo”). Además, algunas personas mayores no están al tanto sobre las estafas en línea y otras estafas más comunes, que los convierte fácilmente en víctimas. Muchas personas de edad avanzada son el blanco de los estafadores ya tienen ahorros para la jubilación y inversiones que han pasado su vida acumulando.
Aun cuando se detecte el abuso financiero, puede ser difícil de discernir lo que ha sucedido. Puede ser difícil de determinar, por ejemplo, si un ser querido de edad avanzada decidió entregar sus bienes o pretendió hacer ciertos regalos de dinero en efectivo o no. Si una persona está enferma, puede ser difícil determinar lo que propuso hacer y lo hizo bajo coacción. Muchos abusadores son muy astutos en conseguir que el tramite financiero parezca la idea de la víctima. En muchos casos, las víctimas defienden al abusador y afirman de que tenían la intención de regalarle dinero en efectivo o bienes.
En muchos casos, los bienes o el dinero en efectivo simplemente han desaparecido o se han gastado, lo que frustra a las familias que han descubierto los abusos financieros. En estos casos, es importante ponerse en contacto con un buen abogado de lesiones personales de la Florida. Un abogado puede realizar una búsqueda de activos financieros y usar técnicas forenses para rastrear el dinero y los bienes recibidos por el abusador. En algunos casos, los abogados pueden recuperar parte o la totalidad de los bienes o pueden buscar una acción legal contra el abusador.
Por encima de todo, es importante para las familias y amigos de las personas de edad avanzada estar al tanto de los abusos financieros. Las señales de abuso incluyen la falta repentina de fondos (que puede manifestarse de manera reducida, la mala alimentación o pérdida de peso debida a los ahorros e inusual comportamientos de “ahorrar dinero”). Las víctimas pueden parecer estar bajo la influencia de un abusador y pueden tenerle miedo de él o ella. Pueden estar deprimidos o enojados. Pueden solicitar préstamos o estar tratando de hacer los arreglos financieros con el fin de guardar el dinero que queda. Si usted ve estos síntomas, póngase en contacto con la policía o un abogado de lesiones personales para obtener ayuda.